Las
alineaciones estaban definidas en la previa y no sufrieron grandes cambios
respecto de lo que habían entrenado los equipos a lo largo de la semana:
Barcelona que finalmente no jugó con línea de tres zagueros sino de cuatro y
Emelec que ratificó su oncena de partidos anteriores. Ya en el partido, se vio
una propuesta diferente a la que se preveía por parte de Barcelona y también de
Emelec al inicio del encuentro. Luego el partido se desniveló con los goles y
fue justa la victoria a favor de los azules por lo suscitado en segundo tiempo.
En el
primer tiempo y como decía en mi introducción, se dieron circunstancias raras a
lo que venía presentándose en Clásicos del Astillero pasados y a lo que venían
siendo ambos equipos en el presente torneo ecuatoriano de fútbol. Barcelona
sería un cuadro muy defensivo y atacaría de contragolpe mientras que a Emelec
se lo esperaba como el que propusiera desde el primer minuto, el que saliera a
inclinar la cancha. Lo dicho no ocurrió pues en el arranque, Barcelona no tuvo
problema alguno jugando como visitante, ya que tenía más tiempo la pelota, se
veía aplicado para correr y tocar la pelota con autoridad ante un rival que no
lo presionaba.
Los
eléctricos, aún sin el dominio del compromiso, tuvieron dos ocasiones de gol en
los primeros instantes en las que ni Marcos Mondaini ni Ángel Mena pudieron
controlar bien el balón ni definir correctamente. Poco a poco, el partido se
fue nivelando sin ser para ninguno de los dos, pasó a ser de muchas faltas en
el mediocampo pero ya teniendo constantes búsquedas de Emelec al arco contrario.
Los canarios no pasaban tantos apuros porque a pesar de que Emelec empezaba a
encontrarse en su fútbol, sus aproximaciones no prosperaban: fallaba el último
centro que siendo a ras de piso y por alto no era efectivo con Ángel Mena por derecha
y Fernando Giménez y Óscar Bagui por izquierda.
Sobre
el final del primer lapso del choque más importante del Ecuador, la jugada la
inició Pedro Quiñónez, el centro fue de Fernando Giménez y tras error de Máximo
Banguera al no poder contener un balón, Dennis Stracqualursi empujó entre una
falta de Luis Checa, el balón con la mano para el 1x0 de Emelec; hubo polémica
pero el gol fue decretado por el árbitro Omar Ponce. Reiterar que los
millonarios habían mejorado, los toreros lucieron mejor al salir del camerino,
eran más intensos y salieron a jugar el partido; incluso se dieron tiempo de
estrellar un remate de Cristian Penilla en el palo, además Barcelona tuvo
incursiones ofensivas con Jasson Domínguez y Matías Oyola.
Para la segunda mitad del partido, se dejó ver cómo el efecto de un gol termina condicionando a un equipo a aplicar variantes para buscar el empate y arriesgar un poco más allá del plan inicial: el tanto que no había podido marcar Emelec en Clásicos en los que fue superior se había logrado y era Barcelona el obligado a buscar algo más si quería empatar. El 2T fue favorable, de principio a fin para Emelec pues falló algunas opciones de liquidar el partido con una segunda conquista pero controló cualquier intento de los barcelonistas desde mayor recuperación de pelota en la zona medular. Barcelona implementó cambios ingresando a Stalin Motta, Brayan de la Torre y teniendo a Juan Carlos Paredes para que se sume al ataque pero fueron más individualidades las que trataron de resolver que el juego en conjunto de sus elementos. Los amarillos con disparos de larga distancia trataron de complicar al arquero de Emelec pero Esteban Dreer atajó con seguridad mientras que cuando trataron de juntarse se encontraron con una buena dupla de defensores centrales como Jorge Guagua y Cristian Nasuti.
A partir de mayor tiempo al control del esférico, los emelecistas empezaron a evidenciar ese entendimiento de ser campeones y de tener una idea de juego más definida que su rival: con un rival que solo defiende, consigue vías de llegarle con peligro y ahora con uno que quedaba expuesto por obtener la igualdad en el marcador, más claras y constantes fueron las llegadas de los azules. Sobre los últimos pasajes del cotejo clásico, Miller Bolaños que había ingresado al cambio junto a Charcopa y Pedro Quiñónez en Emelec, proyectó un pase largo que dejó solo a Ángel Mena contra Banguera y esta vez definió cruzado para un 2x0 que definió el partido. En lo global Emelec fue superior debido a que, por todas las circunstancias ya expuestas, pudo ser un mejor equipo en el terreno de juego y disponer de muchas más opciones de gol que su tradicional adversario, que a pesar del buen inicio de partido que realizó, fue superado pues no terminó siendo sólido ni en defensa ni en ataque.
Emelec sumó 37 puntos mientras que Barcelona quedó en 25 unidades, a tiempo de la paralización de dos meses que sufrirá el torneo nacional por la preparación y posterior participación de Ecuador en el mundial Brasil 2014. A falta de 5 jornadas para que culmine esta etapa del campeonato, los azules consolidan más la posibilidad de ganar el primer semestre del 2014. Destacar en este Clásico a dos jugadores eléctricos: Mena por el gol y porque cada vez se vuelve más criterioso en sus pases y desbordes y a Giménez por lo participativo, recuperador e incansable que fue para su equipo.
Para la segunda mitad del partido, se dejó ver cómo el efecto de un gol termina condicionando a un equipo a aplicar variantes para buscar el empate y arriesgar un poco más allá del plan inicial: el tanto que no había podido marcar Emelec en Clásicos en los que fue superior se había logrado y era Barcelona el obligado a buscar algo más si quería empatar. El 2T fue favorable, de principio a fin para Emelec pues falló algunas opciones de liquidar el partido con una segunda conquista pero controló cualquier intento de los barcelonistas desde mayor recuperación de pelota en la zona medular. Barcelona implementó cambios ingresando a Stalin Motta, Brayan de la Torre y teniendo a Juan Carlos Paredes para que se sume al ataque pero fueron más individualidades las que trataron de resolver que el juego en conjunto de sus elementos. Los amarillos con disparos de larga distancia trataron de complicar al arquero de Emelec pero Esteban Dreer atajó con seguridad mientras que cuando trataron de juntarse se encontraron con una buena dupla de defensores centrales como Jorge Guagua y Cristian Nasuti.
A partir de mayor tiempo al control del esférico, los emelecistas empezaron a evidenciar ese entendimiento de ser campeones y de tener una idea de juego más definida que su rival: con un rival que solo defiende, consigue vías de llegarle con peligro y ahora con uno que quedaba expuesto por obtener la igualdad en el marcador, más claras y constantes fueron las llegadas de los azules. Sobre los últimos pasajes del cotejo clásico, Miller Bolaños que había ingresado al cambio junto a Charcopa y Pedro Quiñónez en Emelec, proyectó un pase largo que dejó solo a Ángel Mena contra Banguera y esta vez definió cruzado para un 2x0 que definió el partido. En lo global Emelec fue superior debido a que, por todas las circunstancias ya expuestas, pudo ser un mejor equipo en el terreno de juego y disponer de muchas más opciones de gol que su tradicional adversario, que a pesar del buen inicio de partido que realizó, fue superado pues no terminó siendo sólido ni en defensa ni en ataque.
Emelec sumó 37 puntos mientras que Barcelona quedó en 25 unidades, a tiempo de la paralización de dos meses que sufrirá el torneo nacional por la preparación y posterior participación de Ecuador en el mundial Brasil 2014. A falta de 5 jornadas para que culmine esta etapa del campeonato, los azules consolidan más la posibilidad de ganar el primer semestre del 2014. Destacar en este Clásico a dos jugadores eléctricos: Mena por el gol y porque cada vez se vuelve más criterioso en sus pases y desbordes y a Giménez por lo participativo, recuperador e incansable que fue para su equipo.
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